6 de julio de 2012

Me quedo


Tuve miedo al fracaso hasta la primera vez que fracasé…
luego he seguido teniéndolo, pero el miedo que tienes a un viejo conocido ya no es el mismo…
Ahora le miro a la cara, e incluso le sonrío de reojo… Es un tipo inmenso que aparece aun cuando nadie le invita, no tiene más…
 Tuve miedo, muchas veces a pecar de sensible, a derrochar mi energía en lamentos…
Esto me sigue dando miedo;
el sufrir dolor, despecho, es algo que a veces llega, es algo que tiene que llegar...
Son sensaciones que nos hacen sentir extraños en nuestro propio mundo, pero soy de los que siempre ha entendido eso de “lo raro es bonito”, igual es masoquismo, puede ser, me gusta  el color de la sangre y la muerte...
Pero también asusta cuando algo te hace sentir demasiado bien.
Cuando nos enamoramos, y cuando nos demuestran que casi todo tiene un fin y casi nada tuvo un principio…
 A menudo pienso en irme, a menudo creo que habrá un lugar mejor pero siempre me quedo, cierro los ojos con frecuencia, y se me olvida que lo mejor muchas  veces  está en mí y en lo que tengo delante, no sólo en mi imaginación, ni en mis deseos...
Yo soy yo y mis circunstancias ¿no?
La verdad es que el calor de los buenos amigos ayudan mucho a recordar que lo que transmito no se trata de una telenovela, sino de una película llena de vida con todos sus miedos, deseos y ojos que no ven o que prefieren simplemente no ver…
Te amé mucho, sigue queriéndote…
Está en ti la felicidad, yo la he visto en tus ojos, no la dejes escapar...
Siento no haber cumplido las expectativas, sabes que peleé por cogerte siempre de la mano???
Eres un ser civilizado, que progresa y camina sólo…
Eso está bien, tienes el don y yo no…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario